Vision Mercedes-Maybach 6

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Aunque el gran público siempre ha percibido a Mercedes-Benz como una marca de perfil "conservador", nadie puede negar que las cosas han cambiado radicalmente en los últimos años. Y no sólo porque la marca haya extendido su presencia en los segmentos compactos -con gran éxito, por cierto-, ni tampoco solamente por cómo ha sabido rejuvenecer estéticamente sus modelos más costosos.

Aunque el gran público siempre ha percibido a Mercedes-Benz como una marca de perfil "conservador", nadie puede negar que las cosas han cambiado radicalmente en los últimos años. Y no sólo porque la marca haya extendido su presencia en los segmentos compactos -con gran éxito, por cierto-, ni tampoco solamente por cómo ha sabido rejuvenecer estéticamente sus modelos más costosos. La Mercedes actual mira hacia adelante, muy hacia adelante, reclamando su espacio en una carrera en la que cada fabricante quiere ser el primero que traiga al presente el automóvil del futuro.

Así lo demuestra el esfuerzo que de un tiempo a esta parte viene realizando el equipo de diseño de Mercedes-Benz, empeñado en plantear atrevidas propuestas para cada clase de automóvil con la esperanza de que algún día se hagan realidad. Esta actitud visionaria es la que da nombre a la saga de modelos Vision, ejercicios de diseño y concepto que se han ido sucediendo con periodicidad casi anual.

El primero de ellos, bautizado como Vision EnerG-Force en el Salón de Los Ángeles de 2012, nos anticipaba cómo podría ser el hipotético relevo del inmortal todoterreno Clase G. Al año siguiente, el creador del videojuego Gran Turismo 6 Kazunori Yamauchi solicitó a diferentes marcas que aportasen sus concept cars más prestacionales; llamada a la Mercedes respondió con el superdeportivo virtual AMG Vision Gran Turismo. Ya en el Salón de Tokio de 2015, la casa alemana mostró el concepto de monovolumen autónomo Vision Tokyo, tan arriesgado por concepto como improbable a corto o medio plazo.

Hoy le ha llegado su turno a Maybach, histórica marca de lujo recuperada (dos veces) por Mercedes y convertida desde 2014 en la submarca Mercedes-Maybach. El célebre concurso de elegancia de Pebble Beach será el escenario elegido para presentar en sociedad al Vision Mercedes-Maybach 6.

Este increíble automóvil de casi seis metros de longitud con puertas en “ala de gaviota” combina el estilo de los aero cupés de la primera mitad del siglo pasado con el sentido futurista de los concept cars denominados como Vision. Nostalgia, imaginación y fuerza visual se entremezclan en un cóctel tan difícil de clasificar como de evitar con la mirada.

No voy a entretenerme en describir su carrocería; dejemos que lo hagan las imágenes. Pero sí os daré sus medidas: 5,70 metros de largo por 2,10 m de ancho y 1,33 m de alto. Cifras que se salen de lo común, como también lo hacen sus llantas de 24 pulgadas con superficie semitransparente, evolucionadas a partir de las que vimos en otro concept car digno del mejor cine distópico, eMercedes-Benz F015 Luxury in motion.

Cabría suponer que bajo un frontal tan contundente y alargado encontraríamos un motor de gasolina con una V delante y dos cifras detrás; pero no. En realidad, se trata de un coche eléctrico; pero desde luego, no un eléctrico cualquiera: su potencia total es de 750 CV -es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 4 segundos-, y al menos sobre el papel presenta una autonomía máxima de 500 kilómetros. Según se indica, bastan 5 minutos de carga para ganar 100 km de autonomía.

i el diseño exterior del vehículo rememora épocas pasadas, del interior sólo podemos decir lo contrario. Sus dos ocupantes se verán envueltos en un en un ambiente más propio del siglo que viene. Tan sólo el volante, la instrumentación, los pedales y los cinturones de seguridad tienen un aire actual; mientras que los asientos, la pantalla táctil que rodea al habitáculo y el head-up display que abarca todo el ancho del parabrisas parecen sacados de nuestra imaginación. El túnel central, no menos sorprendente, informa al conductor de manera visual sobre los flujos de carga y descarga del sistema eléctrico. Y faltaría más: también podremos conducir o no conducir el vehículo, que cuenta con capacidades de conducción autónoma.