Smart fortwo electric drive más que un cabrio

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Hace 20 años que el concepto Smart se estrenó en nuestras carreteras, revolucionando la conducción urbana. Llevaba un pequeño motor de combustión y un cambio automático famoso... Por sus tirones. En esta prueba del Smart fortwo electric drive, con motor eléctrico, queda claro lo muchísimo que ha evolucionado el modelo.

Y es que ha pasado un mundo desde entonces. Hoy, el Smart deja, en la mayoría de los casos, a sus compañeros de semáforo detrás cuando se pone en verde. Especialmente si hablamos de esta versión eléctrica, que llegará a nosotros en primavera de 2017.

Un Smart con mecánica Synchromotor

La mecánica Synchromotor va detrás, y proviene de Ranault. Rinde 106 Nm de par máximo y una potencia total de 81 CV. Eso le permite pasar de 0 a 60 km/h en solo 4,9 segundos, y a 100 en 11,5. Y ahora sí: sin las típicas pausas del cambio. Y es que le basta con una sola relación, y si lo estiras, alcanza unos nada desdeñables 130 km/h. Según los datos oficiales, es capaz de recorrer unos notables 160 kilómetros sin repostar, con las baterías llenas. En condiciones más realistas, nosotros hemos llegado a un poco más de 130 kilómetros, no que no está nada mal. Más si tenemos en cuenta que es un coche para ciudad.

Quien quiera, puede configurar las recuperaciones con el botón Eco de tal manera, que el pedal del freno se vuelve casi prescindible. Esta sensación de "un solo pedal" que ya conocemos del BMW i3, es uno de los puntos fuertes de un coche eléctrico para muchos. Y el Smart, además, es muy divertido de conducir: aunque dista mucho de ser un deportivo, los cierto es que pasa por las curvas con sorprendente precisión, y el chasis ofrece un buen compromiso entre aplomo y confort.El salpicadero es ergonómico y está bien pensado. La visibilidad es muy generosa, como el número de huevos portaobjetos. El Smart es un modelo emparentado con el Renault Twingo, y comparte el navegador. Es un Tom Tom que, cuando ni está funcionando, muestra (en la pantalla) el estado de las baterías y el uso de la energía. 

Smart ForTwo

A pesar de que el Smart ForTwo comparte plataforma y gran cantidad de componentes con el Renault Twingo, el Smart mide exactamente lo mismo de largo, lo que le asegura conservar la hegemonía de los espacios urbanos más reducidos. La nueva generación ha dado un cambio radical a pesar de contener sus medidas. Y es que el microurbano alemán tiene morro por primera vez, y la calandra de su principio está claro que ha sido derivada directamente de los últimos modelos de Mercedes, aunque tiene una imagen bastante más compacta. Desde Smart aseguran que el ForTwo de tercera generación conserva la célula de seguridad Tridion de su antecesor y que, incluso, el biplaza a sido sometido a un exigente programa de ‘crash-test’ contra otros modelos de Mercedes para verificar su resistencia. En cuanto a las medidas del nuevo Smart ForTwo, en el interior parece que también hay algo más de espacio tanto para los ocupantes, como para la carga con un volumen hasta el techo de 350 litros. Si se abate el asiento del acompañante, se puede llevar objetos de hasta 2,22 metros de longitud. El interior del Smart ForTwo es sencillo, alegre y amplio, ya que su anchura se ha elevado hasta los 1,66 metros. El volante está forrado en piel muy agradable al tacto y tiene dos botones circulares con los que por medio de los pulgares se puede controlar casi todas las funciones del vehículo. También hay una pantalla táctil de 7” que flota sobre el salpicadero donde se puede manejar el navegador o el reproductor de música, por la que hay que pagar. Los motores del Smart ForTwo están basados todos en dos propulsores tricilíndricos situados posteriormente.

La oferta mecánica arranca con un motor atmosférico de 71 CV y 91 Nm de par a 2.850 rpm. El tope de gama lo conforma un motor turbo de 90 CV y 135 Nm de par, este ha sido desarrollado desde cero para el nuevo Smart. Unos meses después del lanzamiento, llegará también al mercado español una versión de 60 CV, también en gasolina dado que por ahora no habrá una variante diésel disponible. Smart asegura que sus emisiones estarán por debajo de los 100 g/km de CO2. El Smart ForTwo cuenta con tres acabados: Passion, Prime y Proxy, aunque desde la marca subrayan que el principal atractivo del modelo en este sentido serán sus amplias opciones de personalización que convertirán a cada Smart ForTwo en un modelo prácticamente único.

Smart ForTwo Cabrio 

El Smart ForTwo Cabrio incorpora el techo Tritop con capota blanda y barras de laterales removibles que permiten tener tres coches en uno. Con solo pulsar un botón, el Smart ForTwo Cabrio pasa de ser un biplaza de carrocería cerrada a un coche con un gran techo solar y a un auténtico descapotable. El techo Tritop tiene una superficie de 1,8 metros cuadrados y es un 4% más grande que la de su predecesor. La capota exterior está realizada con un tejido poliacrílico muy resistente a la luz y el interior está rematado con una mezcla de poliéster y algodón. Una capa intermedia de caucho separa a las dos superficies. La capota tiene un espesor de 20 milímetros y la luneta trasera es de vidrio. El Smart ForTwo Cabrio tiene una longitud de 2,69 metros, altura de 1,66 y un ancho de 1,55 m. Su diseño es claramente reconocible y su filosofía se enmarca dentro del espíritu FUN.ctional, donde la pasión y la practicidad se dan la mano. El pilar B es más estrecho que en la versión cerrada. Gracias a ello, el Smart ForTwo Cabrio tiene un aspecto más deportivo. Por otro lado, el ForTwo Cabrio es la versión descapotable con mejor resistencia a la torsión que han creado los ingenieros de Smart. Respecto a su predecesor, es un 15% mayor. Aparte de usar una elevada proporción de aceros de alta resistencia, en los bajos del coche se ha instalado una enorme cruz de acero para evitar la torsión.