La nueva generación de Mercedes E station wagones acogedora, está reeditada con cuidado, ofreciendo equipos de alta tecnología y, con "2000" diesel y 194 CV, que se deja conducir muy bien. Pero no todo es estándar y algunos comandos no es práctico.
Mercedes E SW, nueva de arriba a abajo
Tiene un diseño familiar, con dos rejillas diferentes que estarán disponibles desde el nivel de entrada: una parrilla tradicional con el emblema de la estrella en el capó y otra de dos barras con un gran emblema de Mercedes como protagonista. Otras opciones incluyen multihaz de faros y luces traseras con `efecto polvo de estrellas´.
El interior del nuevo Clase E recurre a materiales de mayor calidad y cuenta con un diseño más moderno que recuerda, una vez más, a la Clase S. Entre los muchos detalles reseñables, destacan las molduras de madera y el nuevo volante con botones de control sensibles al tacto que responden a movimientos horizontales y verticales.
Suavidad absoluta
Las mecánicas ya conocidas serán hasta un 20% más ahorradoras que las actuales, y habrá una versión híbrida enchufable.
Voy a bordo del E 400 y con el 3 litros de seis cilindros, y también del E 300, que lleva un motor específico para el público americano de 2 litros con cuatro cilindros. Ambos son increíblemente silenciosos y suaves en su funcionamiento. El seis cilindros añade un poco de picante a su sonido, que nunca se llega a hacer molesto, al contrario. De hecho, al acelerar, el motor es lo único que se escucha, y es que el habitáculo está absolutamente aislado de todo lo demás. Mejor, porque así puedes disfrutar del colosal sistema de sonido Burmester que ofrecerá como opción.
El tarado del Clase E es confortable, Mercedes no ha querido experimentar, si bien es cierto que la dinámica sube varios enteros respecto al modelo actual. Pero, ante todo, una experiencia celestial ver cómo filtra cualquier tipo de asfalto, ya sean baches o socavones. Tú ni te enteras.
En cuanto al diseño, se adivina una línea que va en consonancia con el Clase S y el Clase C, pero más moderna que en el primero y más imponente que en el segundo. La variante tope de gama lleva por instrumentación una pantalla TFT totalmente configurable. Y los acabados rayan a la altura que se espera de este modelo, con un diseño que da un paso de gigante respecto al actual. Sin duda, el primer trayecto en el Mercedes Clase E nos ha dejado un sabor de boca inmejorable.
Y viene cargado de tecnología
No se puede negar que el Mercedes Clase E va cargado de asistentes de última tecnología. El Drive Pilot mantiene a la berlina en su carril con la distancia correcta respecto a los demás coches. La novedad es que lo hace hasta una velocidad de 210 km/h. En caso de un desvío repentino, el asistente del volante se encarga de ponerlo en su sitio con absoluta suavidad y eficacia. El sistema de comunicación Per Car to X anticipa al conductor posibles peligros u obstáculos venideros. Y gracias al asistente de carril, este Clase E ya hace lo mismo que hasta ahora solo podía hacer Tesla: basta con darle al intermitente y el coche cambia de carril con total seguridad. Hay una cosa que no puede hacer: circular de forma autónoma con los pasajeros en los asientos de detrás. “Eso no nos interesa”, reconoce el jefe de desarrollo.
La nueva arquitectura electrónica le permite al Clase E tener un generador de 48 voltios, con un nuevo estárter que logra que los arranques sean mucho más confortables. También permite que estos primeros pasos sean eléctricos, con lo que eso supone en cuanto a ahorro de combustible. Esto no estará disponible en su lanzamiento, pero ya está confirmado para más adelante.