He podido conducir tres motores de los cinco que hay a la venta:
El CLA 220 CDI Shooting Brake es el primero en el que me he subido. Se trata de un propulsor de cuatro cilindros turbodiésel con 177 CV que me ha sorprendido por su bajo nivel de ruido. Realmente, salvo en arrancadas o cuando hundes el pedal derecho a fondo, no da la sensación de ser un diésel. Su respuesta es muy redonda y progresiva, pero no transmite gran sensación de potencia y le cuesta ganar velocidad.
Algo que he notado especialmente en las autopistas que rodean Frankfurt, donde he querido dar rienda suelta a mis deseos de circular por encima de 200 km/h y no he contado con todo el brío que esperaba. Evidentemente en España esto no sería ningún problema, porque transitar a ese ritmo es impensable… No obstante, hay que valorar esa pereza en su justa medida.
A continuación, he conducido el Mercedes CLA 250 Sport Shooting Brake con tracción integral 4Matic en un tramo diferente, que incluía tramos de montaña, además de las siempre divertidas Autobahn alemanas. Ciertamente creo que es el modelo ideal si además de diseño y practicada buscas sensaciones. Su motor de cuatro cilindros turbo entrega 211 a 5.500 rpm, pero la clave es que ofrece el mismo par que la versión diésel más potente, es decir, 350 Nm. Eso explica que tenga una respuesta tan redonda. Es elástico si así se lo exiges y demuestra una gran energía desde solo 1.200 vueltas, que es la cifra a la que entrega esos 350 Nm de par (más abajo incluso que el 220 CDI, que necesita girar a 1.400 rpm).
Al margen de su mecánica, hay que destacar que esta variante Sport destaca por su diseño específico más deportivo, así como por contar con un reglaje deportivo del motor, el pedal acelerador y el cambio, y una mayor sonoridad de la mecánica.
También he podido conducir el modelo tope de gama, el Mercedes CLA 45 AMG 4MATIC Shooting Brake, un modelo que como el resto de versiones AMG derivadas de la Clase A, monta el motor de cuatro cilindros más potente del mercado, un bloque de 2,0 litros con 360 CV de potencia y un sonido, que aunque ha sido ligeramente dulcificado respecto al Clase A 45 AMG, pone los pelos de punta tanto al arrancar como en los saltos de marchas, con un petardeo que te invita a pisar a fondo sin remedio. ¿Qué lógica tiene una variante AMG de un familiar, por mucho que tenga corte dinámico como el CLA Shooting Brake? Esa es una cuestión planteada desde la razón, porque ejemplos previos y presentes los hay y, lo cierto, es que tienen su mercado, son ventas testimoniales, pero ahí están…
Además de estos modelos que he podido probar, también se ofrecen: en gasolina el CLA 180 de 122 CV y el CLA 200 de 156 CV (probablemente el más compensado de toda la gama por su respuesta, potencia y consumo); y en diésel el CLA 200 CDI de 136 CV, cuyo motor es de origen Renault.
El 180, 200 y 200 CDI disponen de cambio manual de seis velocidades y el resto de la gama cuenta con cambio de doble embrague 7G-DCT, una transmisión que ya he probado con anterioridad y cuyo funcionamiento es francamente bueno, ya que te permite elegir entre tres modos e conducción: normal, Eco y Sport y así ajustar los cambios en función de lo que tu prefieras en cada momento.
Si quieres conocer la gama Mercedes CLA Shooting Brake en profundidad, así como el equipamiento disponible para este modelo, te recomiendo que no dejes e visitar nuestra sección de fichas de coches.