Con dos asientos, un interior de lujo, y un techo rígido retráctil estándar, el SLK es como una versión reducida de la Clase SL por un precio que esta alrededor de la mitad de sus primos SL.
El SLK 300 es impulsado por un motor turbo de 2.0 litros, de cuatro cilindros, que desarrollan 241 caballos de fuerza, haciendo equipo perfecto con una transmisión automática de nueve velocidades. El SLK 350 por su parte, alcanza los 302 caballos de fuerza gracias a un motor de 3.5 litros, V6 y una transmisión automática de siete velocidades.
El motor V6 es más divertido de conducir, pero hay que tener cuidado con el precio. El SLK 350 puede resultar muy costoso si se considera comprarlo con el equipamento opcional, el cual es necesario si se desea obtener el rendimiento máximo. De lo contrario se contará con una versión que puede llegar a resultar sosa o aburridora para los fanáticos de la marca.
El SLK 250 es el único vehículo en el mercado Europeo, que pertenece a la marca de las estrella, en usar la caja de cambios de seis velocidades con la que viene dotado.
La transmisión manual, sin duda contribuye a disfrutar el placer de conducir. La palanca de cambios entra apretada y precisa en coordinación precisa con el embrague. Definitivamente podemos calificar la transmisión como un gran éxito del SLK, y creemos que un motor más moderno le hubiese ayudado a lucirse aún más.
El exterior del coche deleita con una parte trasera muy atractiva. El coche que tuvimos oportunidad de probar, estaba equipado con un paquete opcional de conducción, que incluye amortiguadores adaptativos, y que permite optar por diversas modalidades de conducción tales como Confort, Sport, Económico o Manual.
El SLK llega a 100 kilómetros por hora en 6.3 segundos. Toma las curvas sin problemas y los frenos responden muy bien, lo cual brinda gran tranquilidad, a pesar de que el pedal podría ser más firme.
Transitando por la ciudad, en escenarios más tranquilos, el SLK intenta hacerse pasar por uno de sus hermanos de la clase SL. Aunque comparte con ellos, gran parte de su aspecto exterior, el SLK carece en buena medida del ambiente de lujo de sus hermanos mayores. Una buena parte del ruido generado por el camino y los neumáticos penetra en la cabina, así como el sonido del turbo.
A altas velocidades, o en terrenos en donde hay muchas imperfecciones, los elementos del techo rígido chirrían y gimen, pero es bueno tener en cuenta que la superficie acristalada de la tapa, proporciona una visibilidad sin igual comparada con la mayoría de los techos descapotables. El control Magic Sky, es sin duda uno de los grandes atractivos de este coche, que produce una sensación de alivio y confort en la cabina cerrada.
Aunque el segmento de los Roadster es cada vez más pequeño, el SLK sigue en pie, y llega para estar en la parte superior. Mercedes ofrece un precio decente para este coche, que incluye asientos eléctricos, conectividad Bluetooth, limpiaparabrisas con sensor de lluvia, llantas de 17 pulgadas con neumáticos de verano y el techo duro estándar convertible.
En una próxima entrada, tendremos un comparativo entre el SLK y el Porsche Boxter, ya que este último tiene un precio ligeramente inferior y los dos coches, compiten en el mismo segmento.
Por lo pronto, pueden ver la ficha técnica completa, así como la galería de imágenes tan solo pinchando aquí. Igualmente, y como de costumbre, podrán contactar a uno de nuestros asesores comerciales, para obtener información acerca de condiciones de venta y de financiamiento.