El habitáculo de la nueva Clase A parece abrazar a los ocupantes. Las transiciones entre el tablero de instrumentos, la consola central y los revestimientos de las puertas son casi imperceptibles, generando el agradable efecto envolvente. Este concepto es tan singular en esta categoría de vehículos como el muestrario de elementos de adorno y la iluminación indirecta, que resalta la calidad del interior.