Decir que el sedán BMW M5 y el Mercedes Benz E 63AMG son versiones deportivas de la serie 5 de BMW y de Mercedes-Benz Clase E respectivamente, no define con precisión lo que estos coches son.
Decir que el sedán BMW M5 y el Mercedes Benz E 63AMG son versiones deportivas de la serie 5 de BMW y de Mercedes-Benz Clase E respectivamente, no define con precisión lo que estos coches son.
Desarrollados por las divisiones de vehículos deportivos de las compañías alemanas, en paralelo con las versiones “callejeras”, estos coches logran llevar al máximo el potencial de las dos compañías, a través de innovaciones y desarrollos de la industria de la automoción, que sin duda repercutirán en otros modelos de estas marcas.
En los salones del automóvil en los que se han exhibido los coches, poco han llamado la acción. Los signos externos que permiten notar que estamos ante dos vehículos formidables, son las grandes entradas de aire, las llantas deportivas, faldones aerodinámicos y superficies de sustentación.
El M5 tiene apariencia mucho más agresiva y esto se explica en la media en que BMW valora más la deportividad que Mercedes Benz. En el interior encontramos asientos anatómicos de cuero, pedales de aluminio y paneles con información detallada.
El nuevo Clase E por su parte, viene con un frente diferente y faros rediseñados, abandonando la idea de los faros dobles. En la cabina, el panel vendrá con salidas de aire redondas y nuevas herramientas. En primera instancia, se ve como un hermano muy mayor o un tío del M5.
En la consola, ambos tienen comandos de calibración de los sistemas de dirección, transmisión y suspensión. En el caso de BMW, hay tres modos de funcionamiento. Cómodo y Deportivo plus para cada sistema.
En el Clase E 63 AMG, los nombre de los modos de conducción son iguales, solo que se suma uno más. El manual. El M5 tiene dos teclas de memoria que le permiten al conductor elegir calibraciones de su elección. Puede por ejemplo elegir entre las opciones de confort para moverse en la ciudad y la deportiva para desplazarse en la carretera.
La suspensión del AMG cuenta con ajuste de ESP en los modos de conducción Comfort, Sport y Manual, en tanto que el sistema de BMW solo funciona en On y Off.
En las pruebas de pista, el M5 necesito 4.2 segundos para alcanzar los 100 kilómetros por hora, en tanto que Clase E de Mercedes Benz le tomo 4.5 segundos.
El BMW resulta más estridente, y el Clase E mucho más silencioso, lo que recuerda el leve ronquido del SLS súper deportivo.
De acuerdo con los fabricantes, el M5 alcanza 305 Kilómetros por hora y el Mercedes Benz Clase E 63 AM logra llegar hasta los 300 kilómetros por hora, ambos sin limitación electrónica. Los motores V8 de estos sedanes, representan la agresividad y la intensión de los fabricantes.
El M5 cuenta con un motor biturbo 4.4 que entrega 560 caballos de fuerza a 6000 revoluciones por minuto y 69.4 de torque. El Clase E tiene un biturbo 5.5 que rinde 557 caballos de fuerza a 5.250 revoluciones por minuto, y 81.6 de torque.
Ambos sedanes cuenta con transmisión automática, doble embrague, siete velocidades, tracción trasera. La única diferencia, la marca el M5 que cuenta con diferencial de gestión electrónica.
Detrás del volante, el comportamiento varía en función de los ajustes electrónicos. En la opción Confort, las direcciones son más sueltas y las suspensiones absorben las irregularidades superficiales de manera eficiente. Las transmisiones realizan los cambios de marcha a bajas revoluciones.
Ambos sedanes hacen parte de la nueva generación de coches que respetan el planeta y por ello consumen poco combustible. Después de todo, ser económico y limpio es importante para la supervivencia de la especie.
En lo que respecta a la nueva clase E, podemos ofrecer galerías de imágenes y fichas técnicas completas, pinchando aquí.